domingo, 8 de noviembre de 2009

¡Recuerdos fresquitos!



Mientras cose una sonrisa en un remiendo de tela no puede evitar cantar cuando suena Sushine of your love. Llega tarde. Se levanta corriendo y mete a su pequeño Carlos en el bolso. Cuando ve a su amiga Alba a lo lejos, corre y entusiasmada le enseña el cuerpecito de Carlos, las estrellas de los pies al golpearse hacen un sonido gracioso, ¡no puede evitar reírse al imaginar al verdadero Carlos con estrellas por pies! La cabeza la dejó en casa puesto que no tuvo tiempo de acabarla. Pero quiere enseñarle a su amiga el callo que tiene en el dedo pulgar y la costosa camiseta de los who. Mar sonrie demasiado, casi casi deja ciega a Alba con el brillo de sus ojos. Hacía tiempo que Mar no sonreía de tal forma... mucho tiempo. Esta vez no existían los saltos ni los gritos, ni las confesiones de amor.Esta vez sólo Mar sabía lo que sucedía allí dentro y no había necesidad de ponerle nombre, aunque siempre podría llamarlo Carlos.








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